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¿Por qué no debes conducir cansado?

Mujer joven recostada con los ojos cerrados sobre el volante de su auto conduciendo estando cansada

La rutina diaria puede ser muy agobiante, especialmente si empieza muy temprano. Muchas veces, la jornada de trabajo se extiende demasiado y tu día se vuelve largo y pesado, provocando que no duermas lo suficiente y estés cansado de manera constante, lo cual es muy peligroso al momento de estar frente al volante.

El cansancio, o conducir con sueño y fatiga, es una de las primeras causas de accidentes a nivel mundial. Cuando conduces cansado o somnoliento corres el riesgo de perder la concentración y alterar tu capacidad de respuesta, poniéndote en riesgo a ti y todos a tu alrededor. Muchos conductores no reconocen los síntomas de cansancio a tiempo, sino hasta que se sienten exhaustos. Lo mejor para prevenir accidentes es detectar los síntomas del cansancio con anticipación:

  • Sensación general de cansancio y tensión muscular.
  • Incomodidad constante.
  • Respuesta retardada a estímulos  (reflejos lentos).
  • Percepción errónea de las distancias recorridas y la velocidad del auto.
  • Pérdida de atención y concentración.
  • Cansancio muscular, sensación de pies y brazos dormidos.
  • Dificultad para recordar las últimas millas recorridas.

 

No tomes el cansancio y la fatiga a la ligera, ni sobrestimes sus efectos. Si vas a conducir, especialmente en carretera, es muy importante que descanses adecuadamente:

  • Si tienes programado un viaje largo, descansa lo suficiente la noche anterior y no bebas alcohol por lo menos durante las 48 horas previas al viaje.
  • Durante un viaje largo, detente cada 2 ó 3 horas para hidratarte y estirarte. Si viajas con un copiloto y sientes que tus reflejos se ven afectados por el cansancio, no dudes en pedir ayuda para conducir.
  • Si estás tomando medicamentos, asegúrate de que no interfieran con tus capacidades de conducir. Muchos de ellos, sobre todo los que combaten la gripe, producen somnolencia.
  • Lo mejor es evitar conducir si sientes fatiga o somnolencia. Siempre será preferible pagar un taxi o usar transporte público que correr el riesgo de un accidente.

Cuando conduces cansado, no sólo te pones en peligro tú, sino a todas las personas a tu alrededor. Si has tenido una noche larga o tienes que tomar medicamentos que afecten tus capacidades, no lo pienses dos veces y pide un taxi o la ayuda de algún familiar o amigo para llegar a tu destino. Es por el bien y seguridad de todos.

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